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Cocina outdoor: Cocinillas de monta

Cocina outdoor: Cocinillas de monta

Un factor determinante en nuestras vidas es la alimentación, y la forma en que cocinamos nuestra comida también es un factor fundamental. Para nuestras aventuras al aire libre existen soluciones que acercan la cocina al outdoor y facilitan la cocción de alimentos una vez que estamos lejos de casa.

Uno de los artefactos más conocidos por todos nosotros es la cocinilla u hornillo de montaña, un elemento básico a la hora de expediciones de larga duración.

Pero en el mercado existe una gran variedad de tipos de cocinillas, con muchas características y funciones diversas. En este artículo queremos ayudarte a descubrir cuál es la que se adapta a tus necesidades y gustos, de forma de elegir la correcta al momento de invertir en ella.

Lo primero que hay que tener en consideración es que cada hornillo cumple con características funcionales a un tipo de actividad determinado, de forma que no encontraremos uno que cumpla con todas las funcionalidades: no todos los combustibles funcionan de la misma manera en distintas condiciones (como frío o altura) o que no todos los combustibles serán de fácil adquisición o incluso que no todos los combustibles generan las mismas demandas de mantención de los equipos; por ello es tan importante determinar primero cuál será la actividad y uso que le daremos a nuestra cocinilla.

El combustible

Lo más básico es determinar el tipo de combustible que utilizaremos, y para ello diferenciaremos entre dos tipos: cocinillas u hornillos de alcohol, y de gas.

 

Hornillos de alcohol

Estas han gozado de popularidad principalmente por los modelos de la marca sueca Trangia o algunos de la Alemana Tatonka. Presentan una serie de características positivas: son baratas, fácilmente portables y cómodas, permiten llevar todos los accesorios de cocina de forma compacta y tienen un sistema de uso muy simple: traen una pequeña cubeta donde se vierte el alcohol colocada sobre una estructura paravientos estable.

Aparte de esto, es muy fácil y económico encontrar alcohol de quemar en cualquier lugar, de forma que el combustible no representará un problema.

        

La gran desventaja de este sistema se encuentra en otro aspecto: el alcohol al ser quemado no genera mucho poder calorífico en condiciones de frío, de forma que para el invierno, será mejor elegir otra opción.

 

Cocinillas a gas

Sin duda el modelo que más popularidad ha gozado es el del hornillo a gas, esto es, cocinillas que utilizan un cartucho de combustible a gas que puede ser desechable o reutilizable.

Existen modelos muy compactos y durables como las Optimus Crux y Crux Lite, fáciles de transportar y guardar y con niveles de precio bastante alcanzables.

En general, se trata de una mezcla de butano y propano, en proporciones alrededor de 80% - 20%. Este combustible se encuentra al interior del cartucho en estado gaseoso, y una vez encendido produce una combustión limpia y rápida. La ciencia está en que el butano es inútil en el frío, pero mezclado con el propano generan esta combustión perfecta para nuestros objetivos.

                                      

Los modelos más antiguos de cartuchos son reutilizables, pero hoy dominan en el mercado los desechables, y la mayoría de las marcas conocidas (Coleman, Primus, Markill, Doite) utilizan cartuchos más ligeros y pequeños, que sirven para un solo uso.

En general, todas las marcas que comercializan cartuchos para cocinillas tienen una misma rosca que sirve también para lámparas y quemadores, solamente la marca Campingaz (cuyos cartuchos clásicos son reutilizables) utiliza un formato de rosca distinta, que es sólo compatible con sus productos. Ojo ahí.

Otro punto a favor de este tipo de combustible es que necesitan muy poco mantenimiento, pues esta mezcla de gases es muy limpia y no obstruye los conductos de los quemadores.

La desventaja se ve en otro ámbito, quizás uno de los más importantes: este tipo de combustible es uno de los más caros y su desempeño no es óptimo en condiciones muy frías o en altura aunque algunas cocinillas de última generación como la Optimus Vega, han permitido llegar a esta tecnología abjas temperaturas y por sobre los 5.000 m.

       

Optimus Vega / Ver mas

 

Una tercera opción: combustibles líquidos

En general, este tipo de combustible es más potente que los analizados anteriormente y también es más económico a largo plazo, aún cuando en un principio deberás desembolsar una cantidad elevada de dinero.

Ahora, el principal inconveniente de este sistema es que el líquido de por sí no arde al encenderlo, de forma que es necesaria una operación de vaporización previa, esto es, convertir el líquido a gas, y así podamos generar la combustión. Para este fin se necesita una cocinilla especial, que tenga un sistema de bombeo del combustible (la llama demorará más en aparecer que en los otros sistemas de combustible).

                                  

Los combustibles líquidos más utilizados y recomendados son el queroseno y la gasolina blanca, pero como último recurso puedes utilizar gasolina sin plomo, pues la gasolina contiene un alto nivel de impurezas y además un alto grado de toxicidad. Por eso, en caso de usar gasolina sin plomo, debes elegir la que tenga el menor octanaje posible.

Optimus Nova+ / Ver mas

El queroseno por otro lado es el más utilizado en el mundo (a excepción de Estados Unidos). Existen diferentes calidades de queroseno, pero en general deja una mayor cantidad de impurezas en el hornillo que la gasolina blanca, y además no quema tan bien como esta última.

La gasolina blanca es un tipo de gasolina refinada, cuya principal debilidad es que con el tiempo va perdiendo capacidad de quemado, de forma que si tenemos muchos litros almacenados, al envejecer quemará mucho peor que cuando se encontraba nueva.

De todas formas, la mayoría de los hornillos técnicos son multicombustible, de forma que aceptan gasolina, queroseno e incluso algunas que aceptan además gas (Multi y Omni Fuel de Primus y Polaris de Optimus). Y además, se supone que una cocinilla técnica debería aceptar cualquier tipo de combustible que utilicemos, pues no siempre será sencillo encontrar uno en particular.

                                 

Todos estos sistemas requieren una limpieza acuciosa de los conductos por los que pasará el combustible, por lo que incluyen en el producto herramientas especiales afines, como cepillos u otras herramientas pequeñas de limpieza.

También estos sistemas de combustión son más potentes, queman muy bien en altura y con condiciones climáticas adversas. Por el otro lado, son más difíciles de manejar y la inversión inicial del equipo es mucho más cara.

¿Y cómo se utiliza este sistema?

Si bien la operatoria es un poco más compleja que en las anteriores alternativas, una vez que aprendamos será muy sencillo. En la mayoría de los modelos la forma de operar es la siguiente: se le da presión al interior de la botella de combustible mediante una bomba, para luego abrir la válvula. Después encendemos el líquido y esperamos hasta que la llama esté casi apagada. Luego reabrimos la válvula y obtendremos una llama de color azul, potente y estable, signo de que lo hemos hecho correctamente. Para aquellos que hagan esto por primera vez, puede que tengan que repetir estos pasos algunas veces para que funcione.

 

En conclusión

Cuando ya tenemos definido el uso que le daremos a nuestra cocinilla, tendremos también definido qué tipo de quemador necesitamos, fijándonos en las características funcionales de éste.

Los modelos con combustible de alcohol no están pensados para un uso intenso en cuanto a cocina, pues su rendimiento es menor, así como tampoco en invierno funcionan demasiado bien, cuando hay condiciones climáticas muy frías. Pero en condiciones de temperatura cálida y para cocina ocasional funcionan perfectamente y son bastante económicos. Eso si, tendrás que cuidar que la calidad del alcohol sea buena, pues si es muy impuro puede convertirse en un problema.

También los combustibles líquidos serán una opción válida si no nos importa el mantenimiento y cuidado especial que debemos tener con ellos.  Pero para la gran mayoría de los casos, las cocinillas a gas son la opción más sencilla y funcional, a pesar de que debamos desembolsar un poco más de dinero. Son pequeños, funcionan de manera muy limpia y muy potente, y requieren pocos cuidados, haciéndolos el compañero ideal para cocinar al aire libre.

¡Esperamos que te haya servido!