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?Qu? tipo de prenda usar? ?Relleno de pluma o de fibra?

?Qu? tipo de prenda usar? ?Relleno de pluma o de fibra?

En esta ocasión hablaremos sobre un tema importantísimo a la hora de nuestras salidas al aire libre: ¿Qué tipo de prenda usar? ¿Relleno de pluma o de fibra?

Se podría pensar inmediatamente la respuesta, pero la verdad es que el tema tiene varios matices, y debemos adecuar el uso de una prenda a la situación en que nos desenvolveremos con ella. A continuación les presentamos una breve guía para comprender y elegir el tipo más adecuado de relleno para nuestras aventuras.

 fjallravenbloggen.com

¿Cómo funciona todo esto del relleno?

Para que entendamos de qué estamos hablando, debemos saber cómo funcionan estas prendas. Se trata de dos materiales que se pueden comprimir mucho, y que una vez que se expanden, ocupan una gran cantidad de espacio, el máximo que se permiten cada uno. De esta manera, se crea al interior de la prenda un entramado complejo en el cual “se atrapa” y circula el aire caliente desprendido de nuestro cuerpo, quedando retenido en la prenda de forma que no escape, manteniéndonos cálidos. No es que las prendas generen calor, sino que mantienen el propio calor que nuestro cuerpo genera.

Fibra: sintético y muy práctico

Las fibras tienen una enorme cantidad de ramificaciones con distintas finalidades, como el Primaloft, Thinsulate, Thermolite entre otras, hechas todas de un material sintético de poliéster similar al algodón, cuyo principal propósito es hincharse al igual que la pluma y mantener el aire caliente.

Una ventaja primordial de la fibra por sobre la pluma es que una vez mojada, sigue manteniendo el calor, mantiene espacios internos donde el calor se almacena y tiene una capacidad asombrosa para secarse rápidamente. La diferencia es muy grande, ya que la fibra en un día soleado demorará alrededor de media hora en secarse, en cambio la pluma demorará un día o incluso dos, teniendo en cuenta que debemos mover la pluma para que se seque correctamente. Su capacidad de respiración igualmente es mayor que la pluma.

La fibra es recomendada cada vez que tengamos una actividad en la que estemos en contacto con humedad o agua, y también cuando se trate de actividades aeróbicas, de las que nos hacen sudar mucho. En estos casos, la fibra es perfecta pues nos mantendrá secos y cálidos. La pluma en estos casos se apelmaza, se humedece y no hincha bien, permitiendo que el calor escape.

Pluma: natural, alta calidad y rendimiento

La pluma en primer lugar, es un material natural, y es el material que da mejor promedio entre compresión, peso y retención de aire caliente, es el más caliente, el más ligero y el más comprimible.

La pluma es recomendada para situaciones de frío extremo, y también situaciones en que no tengamos una actividad física mayor o muy rigurosa. Funciona muy bien para descansar, para reforzarnos a la hora de dormir con nuestros sacos. Por ejemplo, para estar en la noche en un campamento sin recorrer grandes distancias. Es muy comprimible, pesa menos que la fibra y calienta más que esta.

La capacidad de la pluma para comprimirse y expandirse es única, y hasta ahora no ha logrado ser superada con ningún material sintético, de forma que siempre serán más calientes que las fibras, ocupando menos espacio al estar comprimidas y de menos peso. También, son más agradables al tacto y más suaves. En cuanto a duración, las prendas de pluma tienen una mucho mayor en comparación a la fibra, y mantienen sus propiedades intactas a lo largo de los años, cosa que no sucede en la fibra.

Ahora, frente al problema de la humedad con las plumas, existen soluciones que el mercado a acercado a sus consumidores. Algunas prendas están rellenas de pluma hidrofugada, lo que significa que está tratada químicamente para conseguir que esta no se moje, asimilándola a la fibra, junto con las ventajas de la pluma. Se crea una película sobre la pluma que hace que el agua resbale y no impregne a la pluma de humedad. El inconveniente de esta técnica es que se pierde un poco de compresibilidad. Si nuestra prenda no es hidrofugada, debemos tener cuidado de no dejarla mojada por mucho tiempo, pues al ser un material natural, puede entrar en estado de descomposición.

Otra técnica para superar esta debilidad de la pluma es recubrir la prenda con una membrana impermeable, pero esto trae como consecuencia que la prenda pese más, se comprima menos y transpire menos. Es recomendada para prendas de deportes en nieve o para situaciones urbanas.

Una opción ecléctica

Existen incluso prendas híbridas, que llevan en las partes más sensibles al frío plumas de forma que mantienen el máximo de calor donde nuestro cuerpo lo necesita, y en los sectores más propensos a la humedad, como las magnas, gorros y hombros, fibra para evitar su humedecimiento. El inconveniente de esta opción es que la prenda no será exactamente igual de caliente en todas sus partes como si fuera completamente de pluma, y además que este tipo de productos son ligeramente más caros que los tradicionales.

¿Qué pluma y qué fibra comprar?

En el caso de la pluma, la calidad de ésta se mide a través de “cuins”, esto es capacidad de hinchado, de manera que mientras más alto este indicador, mayor calidad de pluma tendrá nuestra prenda, permitiendo aprovechar al máximo las ventajas del material natural.

Para la fibra, se medirá en gramos por metro cuadrado (gr/m), de forma que debemos poner atención a qué cantidad de fibra lleva por dentro la prenda que deseamos comprar. También, mientras más alto sea el número de gramos por metro cuadrado, mayor será la eficiencia de nuestra prenda.

Foto: Allied Feather & Down, Arc'teryx​

Y entonces ¿Por cuál me decido?

Ahora que ya sabemos las propiedades y características de cada prenda, solo nos queda preguntarnos cual es nuestro propósito y para qué necesitamos la prenda.

Si se trata de frío intenso, pero seco, la pluma es claramente nuestra opción. Debe tener una buena capacidad de hinchado, con un buen ratio plumón cañas (más de 90/10) y de muy buena calidad en el relleno, cerca de 300 o 400 gramos.

Si queremos una prenda ligera, caliente, compresible y que sirva para muchas situaciones, debemos optar por “plumas ligero”.  De ratio 92/8,  y cuins sobre 700 u 800, con alrededor de 180 o 200 gramos de pluma.

Para aguantar humedad, nevadas o lluvias ligeras, debemos centrarnos en pluma hidrofugada o alguna prenda que cuente con membranas exteriores para repeler el agua.

Si necesitamos que aguante humedad, lluvia, que sea caliente pero transpirable, como para uso técnico en montaña, esquí, escalada,etc. Requerimos fibras sintéticas, con o sin membrana.

Y si queremos darle uso técnico pero que sea más caliente que la fibra, necesitamos encontrar un modelo híbrido,  que tenga además membrana impermeable o un cortavientos exterior.

Ahora ya sabes cual material elegir para tu próxima aventura en el frío. ¡Esperamos que les haya servido!